MUCHAS VECES LLAMAMOS A LOS POLÍTICOS Y AL PUEBLO EN GENERAL AL ARREPENTIMIENTO DE SUS PECADOS PERO EL LLAMADO NO ES PARA ELLOS, EL LLAMANDO ES A LA IGLESIA UN LLAMADO AL ARREPENTIMIENTO
¿Alguna vez has oído hablar de una iglesia que se arrepintió? No hablo de individuos, sino toda una iglesia que colectivamente reconoció sus transgresiones congregacionales y abiertamente, genuinamente arrepentida, con tristeza y quebranta miento bíblico.
Lamentable mente, eso no a pasado.
¿alguna vez has oído hablar de un pastor que llamó a su iglesia a arrepentirse y amenazó a su congregación con el juicio divino si no lo hacían? Es probable que noo.
Los pastores de hoy en día parecen tener suficiente dificultad para llamar a las personas a arrepentirse, y mucho menos llamar a toda la iglesia a dar cuenta de sus pecados corporativos. De hecho, si un pastor fue tan valiente como para llevar a su propia iglesia a arrepentirse, es posible que no sea el pastor por mucho más tiempo.
Como mínimo, enfrentaría resistencia y desprecio dentro de la congregación.
Como mínimo, enfrentaría resistencia y desprecio dentro de la congregación.
Esa reacción inevitable es lo suficiente mente fuerte como para generar un tipo de temor preventivo, impidiendo que la mayoría de los líderes de la iglesia consideren un llamado al arrepentimiento corporativo.
Por otro lado, si un pastor o líder de iglesia tiene la osadía de pedir que otra iglesia, en lugar de la suya propia, se arrepienta, casi con certeza será acusado de ser crítico, divisivo e ir más allá de su autoridad. Se enfrentará a un coro de voces diciéndole que se meta en sus propios asuntos. Criminal izándolo.