Entonces les dijo; Vosotros sois los que os justificáis a vosotros mismos delante de los hombres; mas Dios conoce vuestros corazones; porque lo que los hombres tienen por sublime, delante de Dios es abominación. Lucas 16; 15
Muchas veces nos justificamos con palabras y el problema radica en nosotros el querer tener exito en todo lo que tenemos, nos justificamos cuando algo anda mal diciendo, todo esta bien y en verdad nada esta bien.
Si hoy llegamos a Dios en oración sincero, sin dobleces, el nos revelará nuestra condición de nuestro corazón y de toda nuestra vida, y nos dariamos cuenta que no estamos viendo nuestras faltas.
La justifcación puede hacernos limpios de todas nuestras opiniones pero es Dios quien pesa cada palabra que profiere nuestra boca.
No tengas de menos a tu hermano, no tengas un alto concepto de ti mismo, no nos dejemos engañar a nosotros mismo, pensando que mi camino es limpio. Ante lo demas, podemos estar decepcionando a otros.
"Tal ves lo limpio para nosotros es abominación para Dios".
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