EL CAMINO DE LA
RESTAURACIÓN DE NUESTRO CORAZÓN
Nuestro corazón
es marcado experiencias a lo largo de nuestra vida, y todas esas marcas afectan
nuestra vida presente y la visión del futuro.
“No podía ya
José contenerse delante de todos los que estaban al lado suyo, y clamó: Haced
salir de mi presencia a todos. Y no quedó nadie con él, al darse a conocer José
a sus hermanos. Entonces se dio a llorar a gritos; y oyeron los egipcios, y oyó
también la casa de Faraón. Y dijo José a sus hermanos: Yo soy José; ¿vive aún
mi padre? Y sus hermanos no pudieron responderle, porque estaban turbados
delante de él” Génesis 45:1-3.
"José Abrió
el corazón"; para la sanidad del corazón es fundamental, y es necesario
que el hijo de Dios la acepte y asimile, pues de lo contrario, el corazón
herido dañará a los que están bajo su dirección, por su inseguridad provocará
caídas, desaciertos en sus filas y conducirá al caos y fracasos.
"José
Perdonó"; Entonces dijo José a sus hermanos: Acercaos ahora a mí, Y ellos
se acercaron, Y él dijo: Yo soy José vuestro hermano, el que vendisteis para
Egipto” (Gén. 45:4).
A pesar del
dolor y las heridas, José crea un espacio de acercamiento, un espacio propicio,
y allí se sincera ante sus hermanos.
José, No huyó
del dolor, lo enfrentó con la ayuda de Dios.
"Identificó la mano de Dios en el proceso", José reconoce que la mano de Dios ha
estado en éste proceso: “no me enviasteis acá vosotros, sino Dios, que me ha
puesto por padre de Faraón y por señor de toda su casa, y por gobernador en
toda la tierra de Egipto” (Gén. 45:8).
Reconoció que la
mano de Dios ha estado por encima de todas las circunstancias, y que el plan de
Dios es glorioso y para bendición.
Cuando una
vasija llega a manos del alfarero, pasa por todo un proceso de formación.
REFLEXIÓN; No te
enojes, no te quejes, no consientas mira las circunstancias y a los otros como
instrumentos de Dios que te empujan o impulsan al plan divino, y avanza hacia
la meta en Cristo Jesús.
José abrazó a
sus hermanos y lloró con ellos si hay perdón en nuestro corazón, muchas cosas
se desatan o se liberan, y la bendición de Dios fluye en casa.
Dios quiere
bendecir a sus hijos, pero a veces las heridas del corazón estorban, pero, en
Dios siempre encontraremos perdón y nos enseña también a perdonar, de ésta
manera vendrá la sanidad y la bendición a nuestra vida y a nuestra casa.