31/7/16

EL CAMINO DE LA RESTAURACIÓN DE NUESTRO CORAZÓN

EL CAMINO DE LA RESTAURACIÓN DE NUESTRO CORAZÓN

Nuestro corazón es marcado experiencias a lo largo de nuestra vida, y todas esas marcas afectan nuestra vida presente y la visión del futuro.

“No podía ya José contenerse delante de todos los que estaban al lado suyo, y clamó: Haced salir de mi presencia a todos. Y no quedó nadie con él, al darse a conocer José a sus hermanos. Entonces se dio a llorar a gritos; y oyeron los egipcios, y oyó también la casa de Faraón. Y dijo José a sus hermanos: Yo soy José; ¿vive aún mi padre? Y sus hermanos no pudieron responderle, porque estaban turbados delante de él” Génesis 45:1-3.

"José Abrió el corazón"; para la sanidad del corazón es fundamental, y es necesario que el hijo de Dios la acepte y asimile, pues de lo contrario, el corazón herido dañará a los que están bajo su dirección, por su inseguridad provocará caídas, desaciertos en sus filas y conducirá al caos y fracasos.

"José Perdonó"; Entonces dijo José a sus hermanos: Acercaos ahora a mí, Y ellos se acercaron, Y él dijo: Yo soy José vuestro hermano, el que vendisteis para Egipto” (Gén. 45:4).

A pesar del dolor y las heridas, José crea un espacio de acercamiento, un espacio propicio, y allí se sincera ante sus hermanos.

José, No huyó del dolor, lo enfrentó con la ayuda de Dios.

"Identificó la mano de Dios en el proceso", José reconoce que la mano de Dios ha estado en éste proceso: “no me enviasteis acá vosotros, sino Dios, que me ha puesto por padre de Faraón y por señor de toda su casa, y por gobernador en toda la tierra de Egipto” (Gén. 45:8).

Reconoció que la mano de Dios ha estado por encima de todas las circunstancias, y que el plan de Dios es glorioso y para bendición.

Cuando una vasija llega a manos del alfarero, pasa por todo un proceso de formación.

REFLEXIÓN; No te enojes, no te quejes, no consientas mira las circunstancias y a los otros como instrumentos de Dios que te empujan o impulsan al plan divino, y avanza hacia la meta en Cristo Jesús.

José abrazó a sus hermanos y lloró con ellos si hay perdón en nuestro corazón, muchas cosas se desatan o se liberan, y la bendición de Dios fluye en casa.


Dios quiere bendecir a sus hijos, pero a veces las heridas del corazón estorban, pero, en Dios siempre encontraremos perdón y nos enseña también a perdonar, de ésta manera vendrá la sanidad y la bendición a nuestra vida y a nuestra casa.

22/7/16

EL QUE BUSCA A DIOS DE CORAZÓN TIENE SU RECOMPENSA

EL QUE BUSCA A DIOS DE CORAZÓN TIENE SU RECOMPENSA

Zaqueo, un hombre que hizo todo para ver mejor a Jesús
Lucas 19:1-10
Jesús y Zaqueo
Zaqueo, un hombre rico, dejó de lado su dignidad al trepar a un árbol en Jericó. Jesús pasaba por la ciudad, y él quería verlo. Sin embargo, «no podía a causa de la multitud, pues era pequeño de estatura» (Lucas 19:3). Felizmente, eso no le impidió ver al Señor, e incluso, hablar con Él. ¡Su plan funcionó! Y, cuando se encontró con Él, su vida cambió para siempre. «Hoy ha venido la salvación a esta casa», dijo el Señor (v. 9).

Nosotros también podemos tener impedimentos para ver a Jesús.
1- El orgullo puede evitar que lo veamos como el admirable Consejero.
2- Nuestra ansiedad no nos deja conocerlo como el Príncipe de Paz
3-La codicia al poder y a las cosas materiales puede evitar que lo veamos como la verdadera fuente de satisfacción, el Pan de Vida (Juan 6:48).

¿Qué estás dispuesto a hacer para ver mejor a Jesús? 
Cualquier esfuerzo sincero por acercarte a Él dará su fruto. Dios recompensa a los que lo buscan de corazón


(Hebreos 11:6) Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.

16/7/16

SI NO AMAS A DIOS PIERDES LA MEJOR RELACIÓN QUE PODRÍAS EXPERIMENTAR

SI NO AMAS A DIOS PIERDES LA MEJOR RELACIÓN QUE PODRÍAS EXPERIMENTAR

El Señor es nuestro maravilloso Padre celestial, si no lo amamos, perdemos la mejor relación que podemos experimentar. 
De hecho, no podemos amar genuinamente a otras personas si primero no amamos al Señor. Él es quien nos da la capacidad de amar incluso a las personas más difíciles de amar.
El Señor se nos ha dado a conocer en las páginas de la Biblia y mediante Jesucristo, Mientras más sabemos de Él, más razones descubriremos para amarlo.
Considere que: Él nos creó. El Soberano del universo quiso crearnos a cada uno de nosotros. Él es la única razón por la cual existimos.
Envió a su hijo Jesucristo al mundo por dos razones principales: para mostrarnos al Padre de una manera más íntima, y para que diera su vida en rescate por muchos, y así pudiésemos ser perdonados y tuviésemos una relación personal con Dios.
No ha hecho muchas promesas. Tan solo esto debería darnos la motivación necesaria para amar a Dios con todo nuestro corazón. 
Por ejemplo, Él ha prometido:
No desampararnos ni dejarnos (He 13.5).
Suplir todas nuestras necesidades (Fil 4.19).
Contestar nuestras oraciones (Mt 7.7).
Perdonar todos nuestros pecados (1 Jn 1.9).
Darnos dones espirituales. Él nos ha dado al menos un don espiritual que nos ayuda a tener vidas productivas y fructíferas, y a lograr todo lo que nos encomiende.
Llenarnos de su Espíritu Santo, quien nos impulsa a vivir de una manera que le agrada y honra.
Prepararnos una morada en el cielo y un día Cristo regresará para llevarnos con Él (Jn 14.2, 3). Darnos un cuerpo resucitado, hermoso y perfecto.
Mediante el Señor Jesucristo, podemos tener una relación personal con Dios que trasciende cualquier relación humana.
La evidencia de nuestro amor a Dios Si en verdad amamos al Señor, nuestra vida será transformada
Le obedeceremos y serviremos, Hablaremos a otros de Él, Confiaremos en Él, Tendremos comunión con Él, Lo adoraremos, Defenderemos a Dios y al evangelio, Meditaremos en su Palabra, Estaremos dispuestos a sufrir por Él.

"LA LEPRA ESPIRITUAL EN LOS PULPITOS"

 "LA LEPRA ESPIRITUAL EN LOS PULPITOS" 2 Reyes 5:1-27 La historia de Naamán, un hombre poderoso y respetado que padecía de lepra. ...