JESÚS Y ZAQUEO
Lucas
nos habla sobre esta maravillosa historia en el capítulo 19, los versos del 1
al 9.
Zaqueo con un corazón
arrepentido que reconoce su pecado
Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He
aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he
defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado.
Recordemos
que este hombre era publicano, los cuales se encargaban de recaudar los
tributos o de cobrar impuestos en el pueblo, los mismos abusaban en cierta
forma de la multitud y Zaqueo al encontrarse con Jesús reconoce su gran falla y
por eso dice: “la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he
defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado”.
Nosotros como Zaqueo, también podemos tener impedimentos para ver a Jesús. El orgullo, nuestra ansiedad, la codicia al poder y a las cosas materiales puede evitar que tengamos un encuentro con Jesús.
Pero
gracias a la visita del Maestro, Zaqueo se arrepintió. A Jesús lo criticaron
por haber ido a compartir con un pecador a su casa, pero ¿qué hubiera sido de
ese pecador si Jesús no lo hubiese visitado? Qué hubiera sido de nosotros si
Jesús no nos hubiera alcanzado.
Que
esta historia nos recuerde de donde hemos salido y que fuimos llamados a
predicarle a las almas perdidas
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