CELEBRANDO CADA DÍA LA CENA DEL SEÑOR.
''Porque yo recibí del Señor lo mismo que os he enseñado: que el Señor Jesús, la noche en que fue entregado, tomó pan, y después de dar gracias, lo partió y dijo: Esto es mi cuerpo que es para vosotros; haced esto en memoria de mí. De la misma manera tomó también la copa después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto cuantas veces la bebáis en memoria de mí. Porque todas las veces que comáis este pan y bebáis esta copa, la muerte del Señor proclamáis hasta que El venga. De manera que el que coma el pan o beba la copa del Señor indignamente, será culpable del cuerpo y de la sangre del Señor. Por tanto, examínese cada uno a sí mismo, y entonces coma del pan y beba de la copa. Porque el que come y bebe sin discernir correctamente el cuerpo del Señor, come y bebe juicio para sí. Por esta razón hay muchos débiles y enfermos entre vosotros, y muchos duermen. (1 Corintios 11:23-30)
EL SEÑOR NOS INVITA A SENTARNOS A LA MESA.
La Santa Cena es un memorial de salvación y liberación, y es que debemos recordar que el Señor un día extendió su mano para sacarnos de esa vida donde éramos cautivos.
Debemos recordar en todo momento que la Sangre Bendita del nuevo pacto, derramada un día en la cruz fue por la remisión de nuestros pecados.
Por medio de la Santa Cena confesamos que Él es poderoso y que en el nombre de Cristo hay liberación.
Has memoria de su misericordia, de su obra en tu vida
''Porque yo recibí del Señor lo mismo que os he enseñado: que el Señor Jesús, la noche en que fue entregado, tomó pan, y después de dar gracias, lo partió y dijo: Esto es mi cuerpo que es para vosotros; haced esto en memoria de mí. De la misma manera tomó también la copa después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto cuantas veces la bebáis en memoria de mí. Porque todas las veces que comáis este pan y bebáis esta copa, la muerte del Señor proclamáis hasta que El venga. De manera que el que coma el pan o beba la copa del Señor indignamente, será culpable del cuerpo y de la sangre del Señor. Por tanto, examínese cada uno a sí mismo, y entonces coma del pan y beba de la copa. Porque el que come y bebe sin discernir correctamente el cuerpo del Señor, come y bebe juicio para sí. Por esta razón hay muchos débiles y enfermos entre vosotros, y muchos duermen. (1 Corintios 11:23-30)
EL SEÑOR NOS INVITA A SENTARNOS A LA MESA.
La Santa Cena es un memorial de salvación y liberación, y es que debemos recordar que el Señor un día extendió su mano para sacarnos de esa vida donde éramos cautivos.
Debemos recordar en todo momento que la Sangre Bendita del nuevo pacto, derramada un día en la cruz fue por la remisión de nuestros pecados.
Por medio de la Santa Cena confesamos que Él es poderoso y que en el nombre de Cristo hay liberación.
Has memoria de su misericordia, de su obra en tu vida
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