1Pe 5:8 Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar
Un jovencito fue a ver a su papá y presentándose ante él con mucha serenidad, dice: Papá, ¿es Satanás más grande que yo? Sí, hijo mío dijo el papá. ¿Es más grande que tú, papá? Sí, hijo mío, es más grande que yo.
El niño estaba muy sorprendido; pero pensó otra vez, y dijo: ¿Es más grande que Jesús?
No, hijo mío contestó el papá, Jesús es más grande que él.
El pequeño al separarse dijo sonriendo: Entonces no le tengo miedo
Los leones atacan al animal enfermo, joven y solitario; escogen a los animales que están solos o desprevenidos. Pedro nos advierte que Satanás puede atacarnos cuando enfrentamos sufrimiento o persecución. Sintiéndonos solos, débiles, abandonados y alejados de otros creyentes, preocupados en nuestros problemas hasta el punto de que olvidemos estar atentos al peligro, es cuando especialmente somos vulnerables a los ataques de Satanás.
En el tiempo de sufrimiento, busque el apoyo de los creyentes. Mantenga los ojos en Cristo, y resista al diablo. "huirá de vosotros”.
No tenga temor del León porque solo lo atacará si sale de la cobertura de Dios, no se aleje de el y sea como el niño.
CONFIE EN EL PODER DE JESÚS, EL ES MAS GRANDE, ES EL VERDADERO LEON DE JUDA, NO PODRA SATANAS HACERTE FRENTE SI ESTAS EL LEON DE JUDA A TU LADO.
TU CONFIANZA EN ÉL HACE A SATANAS RETROCEDER
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